jueves, 30 de agosto de 2007

Pastillas para no soñar

No me considero una experta en el amor porque mis relaciones han sido muy pocas, pero de lo que sí me puedo jactar es de que he esquivado en forma maestra al sufrimiento. Le tengo terror al dolor físico. Debe ser porque nunca me he enfermado de nada grave, nunca me han operado, ni cosido, ni me he roto ningún hueso o ligamento. El dolor de corazón lo he sentido en peleas y se me ha hecho tan insoportable y angustiante, que me las arreglé para nunca sufrir una ruptura, y hasta ahora puedo decir que sigo invicta.
Estuve conversando con una amiga que esta con un chico que la hace sufrir mucho, pero ella lo ama. Entonces yo le pregunto: Pero estas con él porque es el amor de tu vida y quieres pasar toda tu vida con él, o porque el sufrimiento de perderlo es insoportable?
He tenido dos grandes relaciones. En la primera sufría horrores con cada pelea, cada desplante, cada palabra hiriente. Tanto que era yo siempre la que arreglaba las cosas sin discutirlas. Cualquier cosa para dejar todo atras y estar bien de nuevo. Después de un tiempo me di cuenta, "este chico no es para mi, no es más que para pasar el rato". Pero, qué hago? Terminar? No way, mucho dolor, no podía soportarlo. Soy tan, pero tan miedosa, que me las tenía que arreglar de alguna forma.
Pasos:
1. Darme cuenta que esa persona no es lo que quiero: Es muy distinto aguantar tonterías de un tipo al que quieres cambiar, que aguantarlas de alguien a quién te preparas a dejar.
2. Meter a gente nueva en mi vida: Siempre que pensaba en el fin me asustaba estar sola, porque mi novio ocupaba la mayor parte de mi tiempo, asi que meses antes de terminar, me puse salir con otros amigos. Comencé a sacarlo de a poquitos de mi vida. Si ya no estaba con él, pues salía con otra gente y listo. Eso es bueno en todos los casos, aún si la relación va bien, es mejor mantener la independencia.
3. Alistarme para la soltería: En esa época, pues estaba algo gordita, y para dejarlo necesitaba sentirme bien conmigo misma. Si sabes que vas a quedarte sola, cómo quieres que esa soledad de encuentre? Bajé 12 kilos y me sentía tan bien conmigo misma que sólo me necesitaba a mi para estar bien.
Finalmente, sin pena ni gloria terminamos los dos (él tampoco quería estar conmigo) y nos volvimos amigos. Nos seguimos viendo un tiempo, hasta que yo estuve con otra persona con la cual ya terminé también. En esta segunda vez, también ayudó ir saliendo con otras personas, y pensar en forma recurrente, "esto ya va a terminar".

martes, 28 de agosto de 2007

...

Siento una tristeza tan grande, tan prolongada, que ya me tiene harta. Siempre, como todos supongo, me siento cada cierto tiempo mal, pero realmente muy mal... y después pasa, y volvemos a empezar. No sé si alguien que conozca se la pasa semanas llorando como yo, porque sé que todos nos sentimos tristes de vez en cuando. El problema es que este sentimiento ya no se va, se esta quedando ya muchos meses. Estoy tan harta de todo, de mi carrera, de mi trabajo, de mi vida. No quiero volverme una amargada, me doy cuenta que el stress me hace reaccionar mal a veces y trato de cambiar eso. Estoy harta de sentirme tan frustrada, de tener migrañas, de que me duela la espalda de la tensión. Dentro de todo, sigo tratando de ser una buena persona, me preocupo por los demás, pero ya no me preocupo por mi misma, no puedo, ya me cansé de esforzarme. Sólo quiero descansar un buen tiempo, no hacer nada, no sentir nada, no sufrir.

domingo, 19 de agosto de 2007

Se busca

Necesito a un chico que me trate como una con ternura, con cariño. Que tome las decisiones por mí. Que no me pregunte que quiero cuando este de mal humor, porque nunca responderé la verdad, que me dé lo que sepa que es mejor para mi. Que no me pregunte a donde ir, que me conduzca siempre. Necesito a alguien con el que me sienta siempre segura, que a su lado sepa que todo estará bien. Alguien más inteligente que yo, más sabio. Alguien que me abrace mucho y que me vea linda, bonita. Alguien que quiera cuidarme para siempre, adorarme, hacerme el amor. Alguien que sienta mucha pasión por mí y que me ame con locura. Alguien que se pueda sentir orgulloso de presentarme como su esposa, que quiera tener hijos conmigo. Necesito a un chico que quiera pasar su vida a mi lado. Alguien a quien yo también pueda cuidar, engreír, cocinar, atender, complacer. Suele pasar sin embargo que tu soulmate, no termina siendo tu "tipo ideal", no importa. Se otorga concesiones en la mayoría de puntos.

martes, 14 de agosto de 2007

Segunda cita, primer beso

Hace años* que no me besaban por primera vez, y se siente tan bien!!!

*exactamente dos, tampoco tanto...

lunes, 6 de agosto de 2007

Ratatouille

Qué linda película! Salí feliz del cine :,) Hasta me da ganas de comer la tontería esa. Debe saber horrible, pero por alguna razón me lo imagino como lasagna de berenjenas, no sé por qué.... Es así como cuando en las series gringas servían ponche en los "bailes" y me imaginaba que sabía a gelatina líquida :S

Ingredientes para 4 personas
1 pimiento rojo; 1 berenjena; 1 calabacín; 1/2 taza de aceite; 1 diente de ajo; 1 cebolla; 3 tomates maduros; hierbas aromáticas; sal y pimienta molida, al gusto

Lavar la berenjena y el calabacín, secarlos, quitarles los tallos y cortarlos en rodajas de 1 cm de espesor. Lavar el pimiento, quitarle las semillas y cortarlo en tiras. Pelar y machacar el ajo en el mortero. Pelar y cortar la cebolla en tiras finas. Lavar los tomates, pelarlos y picarlos.
Poner en una cazuela la berenjena, el calabacín, el pimiento, la cebolla, el ajo y los tomates. Cubrir con el aceite y salpimentar al gusto. Agregar las hierbas, 1 taza de agua, tapar y cocer a fuego muy bajo durante 1,1/2 horas, hasta que estén las verduras muy suaves. Servir caliente o frío, adornado con aceitunas y anchoas.

miércoles, 1 de agosto de 2007

El Alma - The E! True Hollywood Story

(lo encontré por ahi... interesante)

El alma existe, pesa 21 gramos, entre neurotransmisores del cerebro; institutos de EU profundizan hallazgo de Crick

El alma existe. No en términos metafísicos, sino concreta y científicamente. Está situada en la marea de neurotransmisores y los recovecos de las estructuras cerebrales.
Esos 21 gramos que se desvanecen cuando morimos y que mantienen nuestra conciencia activa; ese espíritu apenas perceptible que, según los creyentes, va al cielo o al limbo.
Esa quimera, ese suspiro… ya tiene explicación científica. (...)
Francis Crick, el mismo físico metido a biólogo que ganó el Premio Nóbel en 1962 por describir, junto con James Watson, la estructura tridimensional de doble hélice del ADN en 1953, dedicó más de 50 años a buscar lo que podemos entender como alma y que algunos llaman conciencia. (...) ¿Porqué existe? ¿Cómo funciona? ¿Dónde se aloja?(...)
El primer paso consistió en la afirmación de Crick de dejar de considerar a la conciencia como algo indefinible, y lo que es peor, inasible para estudiar.
El cerebro, en opinión de Crick, se consideraba algo así como una caja negra, es decir, un objeto cuya estructura interna es desconocida y hasta irrelevante.
Sólo estudiando las neuronas y las distintas interacciones, así como los neurotransmisores que circulan entre ellas, no podrían los científicos construir modelos análogos a los que explican la herencia en términos de ADN, tema en el que Crick era la máxima autoridad moral.
Así, Crick consiguió que la existencia del alma dejara de ser un tema filosófico para pasar a ser un problema empírico.
Para los años en que Crick y sus colaboradores empezaron a estudiar el tema a fondo, la conciencia visual, es decir, lo que vemos y cómo lo interpretamos, ya estaba suficientemente cartografiados en nuestro cerebro, gracias a los avances en tomografía axial.
Nada más abrir los ojos, y comenzamos a interpretar lo que vemos, por lo que se disparan una gran cantidad de señales por todo el cerebro, catalogando, emulando, recordando, midiendo. Es lo que llamamos “tomar conciencia” de dónde estamos. (...)
“La verdad es que somos concientes de que tomamos una decisión, no de qué nos hizo tomarla”, explica. La conciencia es mucho más que la transmisión de información y su proceso.
El secreto, afirma Crick, está en la atención.
Ilusión óptica. Todos hemos estado frente a imágenes que parecen una cosa a primera vista, pero un segundo después parece otra. Es famosa la figura de una mujer joven que puede ser al mismo tiempo una anciana. (Figura 1)
La primera “interpretación” trae a nuestra “conciencia” un cúmulo de ideas y sensaciones, y al “cambiar de switch”, son sustituidas inmediatamente por otras, además de la confusión posterior.
El cambio en el cerebro que corresponde a nuestra modificación en la atención es la respuesta que dio Crick al gran misterio de la conciencia.
Cuando el córtex visual (la parte del cerebro que se “ilumina” cuando observamos algo) responde al estímulo, ciertos grupos de neuronas se disparan muy de prisa y en sincronía. Éstas, lla
madas neuronas oscilantes, corresponden a aspectos del escenario al que se está poniendo atención (la mujer joven del ejemplo).
Las neuronas, en un recurso metafórico, reaccionan como un grupo de personas que se ponen a cantar la misma canción. Al cambiar de foco de atención, otra serie de personas (neuronas) cantará una canción diferente. (...)
Cuando el equipo experimentó con personas invidentes, el sonido emulaba a la perfección estas ondulaciones neuronales, más allá de que la memoria visual estuviera completamente clausurada. Es decir, la “conciencia” construye entonces vías alternas.
Cuando la actividad cesa aparentemente, es decir, cuando dormimos, nuestras redes neurales y sus neurotransmisores siguen su trabajo, hasta que morimos.
Por ello, aún gemelos idénticos tienen almas diferentes, ya que siempre, en algún momento, uno mira hacia un lado y el otro, hacia el lado contrario. Es decir, construyen experiencias, memoria, e interpretaciones diferentes.
Al morir, y sólo al morir, la actividad eléctrica y química de nuestro cerebro se detiene realmente, y entonces sí, nuestra alma cesa.
Es, en palabras del propio Crick, “materia sin chispa”.