Mi abuelita

Hace unos días operaron a mi abuela y la fui a visitar. Se veía tan débil, tan chiquita, durmiendo después de la operación. Cuando despertó lo primero que me preguntó fue “Cómo está tu cuarto?”. Mi abuela siempre se queja de que dejo mi ropa tirada, que nunca guardo nada, y yo decía “Bien exagerada eres, no? Mi cuarto SIEMPRE esta ordenado”. En estos días que no ha estado he visto cerros de ropa acumularse en las sillas y sillones. Mi cuarto es un desastre. Yo siempre he sido ordenada con mi cuarto, o eso pensaba. O sea, nunca he soportado estar en un ambiente desordenado y cuando veía algo fuera de su sitio tenía que ponerlo en su lugar. Millones de veces he gritado y renegado: “NO TOQUEN MIS COSAS PORQUE ME LAS CAMBIAN DE LUGAR Y ME LAS PIERDEN”. Por qué nunca me cuadraron y dijeron, “Oye mongaza, deja de hablar sandeces que las tocamos todo el tiempo, o tú crees que tu cuarto se ordena solo?”. Ahora me doy cuenta que por cada cosa que me quejo que me movieron de lugar, me movieron mil más que sí encontré bien guardaditas y ordenadas. Cuando se me descosía algún un pantalón o botón, luego aparecía arreglado, bien doblado y planchado encima de mi cama. Claro que también me zurció algunos jeans que sí se suponía que debían estar rotos y alguna vez mandó a lavar una blusa de colegio que me habían firmado mis amigas, pero bueeeno…. Cuando dejo algo la ropa del día anterior en una silla, ella se encarga de ponerla en el tacho de la ropa sucia y si es algo que dejé probándome ropa y nunca usé, la guarda. Cómo nunca me había dado cuenta?! JURO que mi abuela es un elfo doméstico! Una mano invisible, imperceptible, porque así es cuando todo marcha bien. Yo nunca pido que me hagan nada, todo se hace solo ahí.
Cuando me peleo con mi mamá, me deja cartitas debajo de mi almohada. Cuando preparan algo de comer que no me gusta, sin preguntarme me prepara otra cosa y así a veces todos tenemos platos distintos. Algo de eso heredó mi mamá, que no me deja cartas en mi almohada pero sí chocolates, y aunque no siempre me prepara otra cosa de comer, siempre trata de que tenga algo que me guste. Algún día yo también seré un elfo doméstico y me encargaré de tener siempre todo listo para mi esposito y mis bebes, y seguro nadie se dará cuenta, pero esta bien porque esas cosas no se hacen por el reconocimiento. Postearía una foto de mi cuarto para que se hagan una idea, pero nada me daría más vergüenza.