Sometimes you want to go where nobody knows your name

Todos tenemos un to do list que esperamos cumplir en un mediano plazo. La fija de la lista, siempre ha sido y será bajar de peso. En mi lista había anotado además entre otras cosas volar una cometa (todavía!), hacer el amor en un lugar público y también ir a un bar sola. Jamás con la idea de ir de cacería, ni por querer captar el interés de nadie. Es una experiencia tan cliché, que tenía curiosidad de saber qué podría pasar (porque estaba segura que algo inesperado tendría que pasar). Bueno, eso hice el viernes. Salí del trabajo antes de las 6 y no tenía ganas de ir a mi casa. Mi mamá estaba organizando una cena en mi casa, y seguro me iba a estar pidiendo ayuda toda la noche, pero yo quería un poco de aire y espacio. No fue un arrebato de locura, estaba tranquila conmigo misma, algo triste, sí, pero bien a pesar de todo. Llamé a unas amigas como para no forzar la cosa, pero como no salió ningún plan me fui caminando hasta un bar al que le tengo cierto cariño, en Miraflores.

Llegué al bar y me senté en la barra, siempre me gusta sentarme ahí.
Bartender: Quieres ver la carta?
Cys: Un cóctel de algarrobina (sonreí)
Bartender: esperas a alguien?
Cys: jmnnnnnnn..no... (me reí)
Bartender: Entonces vienes sólo por un trago?
Bartender2: Uno dices???
El bar estaba todavía casi vacío. Todos los chicos se presentaron, me preguntaron mi nombre, me hicieron reír. Yo tomaba, fumaba un poco, me reía, conversaba casi nada. Después llegó el chico que tocaba esa noche, y también me habló un poco de temas menos superficiales... su ex, su vida, su música. Sólo un poco, porque parecía tranquilo y callado, como yo. Me invitó algo de comer, mientras los chicos me invitaban en vasos de shot cada trago que preparaban, me enseñaron a jugar dados, sonreían cómplices y me miraban antes de invitarme los tres tragos que me sirvieron después...
No quería desairar a los chicos (que no me preguntaban antes de servirme un trago), pero por costumbre, yo nunca tomo más de dos, y ya había doblado mi límite, entonces decidí que era hora de irme. Me gustó. La pasé muy bien, era justo lo que esperaba. Creo que volveré pronto, si me dejan.